lunes, 20 de abril de 2015

Denon itzala / La sombra de todos











Este fin de semana pasado tuvo lugar en San Sebastián el festival cultural Olatu Talka / Rompeolas. El mismo en el que tuve la suerte de participar el año pasado con mis instalación Sarean / En la red. En esta edición volví a presentar una propuesta y aunque fue seleccionada en un primer momento, finalmente no pudo realizarse por falta de presupuesto. Así que este proyecto pasa al cajón de los no realizados pero aun así quiero compartirlo en el blog ya que se fundamenta en un tema que considero muy interesante y que está pendiente de debatir a fondo en la ciudad. Así que desde aquí lanzo mi aportación al debate con imágenes de lo que podría haber sido mi instalación. Y también espero que pueda realizarse algún día.

RESUMEN
Denon itzala ("la sombra de todos" en euskera) es una intervención efímera que reflexiona sobre la ocupación privada de las playas de San Sebastián. Particularmente sobre los parasoles tan carácterísticos de la ciudad. A partir de la colocación inusual de toldos, se busca generar sensaciones que evoquen lo que supone esta manera de ocupación privada del espacio público en época estival. Pretende abrir el debate sobre la actual gestión de los parasoles por parte de las instituciones públicas.

Instalación 1. Vista frontal desde los bajos de la Concha.

FUNDAMENTOS 

El acceso principal que dispone el ciudadano a los parasoles es mediante un alquiler de tres años por sorteo. En los últimos años, tanto en la playa de Ondarreta como en la Zurriola, la demanda no ha cubierto la oferta pero, sin embargo, en la Concha se alquila el cien por cien. Por otro lado, la actual Ley de Costas del 28 de julio de 1988, respecto a la “utilización del dominio público marítimo-terreste”, en el apartado 4 del Artículo 33, indica lo siguiente: 

“4. La ocupación de la playa por instalaciones de cualquier tipo, incluyendo las correspondientes a servicios de temporada, no podrá exceder, en conjunto, de la mitad de la superficie de aquella en pleamar y se distribuirá de forma homogénea a lo largo de la misma.”

 Instalación 1. Vista lateral desde la playa de la Concha.

Es importante destacar que los últimos años, debido a las mareas vivas sufridas por la ciudad y la decisión de no rellenar con arena las playas para favorecer su regeneración natural, el espacio libre en marea alta se ha reducido significativamente provocando la imposibilidad de usar gran parte de los parasoles a ciertas horas del día. Y en consecuencia, se producía la casi nula posibilidad de ocupación libre para el resto de personas. A todo ello hay que sumarle la existencia de otras instalaciones de explotación privada en las playas como son algunos quioscos o las piscinas al aire libre de Ondarreta y la Zurriola. Atendiendo a los datos públicos disponibles y la realización de unos cálculos generales realizados para la ocasión sobre la superficie libre media en las playas en marea alta en el último verano, se ha elaborado la siguiente tabla.


Según la tabla, las playas de Ondarreta y la Concha se acercan al límite legal del 50% de superficie de playa en pleamar ocupada con uso privado. Sin embargo, ni la Ley de Costas ni las autoridades locales han tenido en cuenta otros factores como, por ejemplo, la densidad de ocupación. Aunque sea una variable no predecible al 100%, esta puede llegar a ser determinante en la calidad de uso de las playas. Por lo que más allá de cumplir o no con lo establecido por ley, es decisión de los ciudadanos y resposabilidad política el decidir qué tipo de playa se quiere promover en San Sebastián y en consecuencia, qué uso privado se quiere permitir o no en ellas.

Instalación 1. Vista interior desde la playa de la Concha.

No hay que olvidar tampoco el cierto valor patrimonial de los parasoles ya que son una seña de identidad de la ciudad. En el siglo XIX San Sebastián fue destino principal de la monarquía y de la burguesía para realizar baños marinos. Y estas instalaciones efímeras, que son los parasoles, son herederas de aquella época pero apenas han evolucionado en esencia con los años. Aunque se ha facilitado su acceso y se han reducido en número para cumplir las leyes, no se ajustan a la creciente demanda de uso libre de las playas. Por ello esta intervención invita a reflexionar sobre si es conveniente o no seguir con la gestión actual de los mismos. De repensar en definitiva qué tipo de playas se quieren fomentar y disfrutar en la ciudad.

Instalación 2. Vista superior desde el paseo de la Concha.

Instalación 2. Vista lateral desde la playa de la Concha.

jueves, 15 de enero de 2015

Escobas de ramas y la sensibilidad japonesa.

Hace unos días vi esta entrada en la web de Inteligencias Colectivas sobre el uso de hojas de palmeras como escobas en las islas Canarias y me hizo recordar algo que me llamó la atención en mi viaje a Japón en las navidades del 2011. Y que me servirá como excusa para hablar también sobre otras cosas.

Untitled
Reflejos de un árbol apeado en el jardín de un templo en Kyoto. Fue otra curiosidad del viaje ver cómo los sujetaban.

Antes de realizar un viaje siempre intento ilustrarme un poco sobre la historia, la cultura, la gastronomía y demás aspectos que me ayuden a tener un acercamiento más profundo de mi destino. En el caso de Japón tenía algunas cosas avanzadas de antemano pues es un país que siempre me ha interesado. Especialmente por su gastronomía, arquitectura y cine.

Ya había visto películas de algunos de sus directores más valorados como Akira Kurosawa, Shohei Imamura, Yasuhiro Ozu, Seijun Suzuki, Takeshi Kitano, Hirokazu Koreeda (del que hablé aquí), Hayao Miyazaki y algún otro que ahora no recuerdo. Las obras de los estudios de arquitectura como Sanaa, Toyo Ito y Atelier Bow Bow se encuentran entre mis favoritas. Había leído "Elogio de la sombra" de Junichiro Tanizaki, una obra fundamental en la formación de cualquier arquitecto . Pero sin embargo, aún no me había adentrado en la literatura japonesa así que empecé con Natsume Soseki ("Sanshiro" y "Kokoro") y Yukio Mishima ("El marino que perdió la gracia del mar"). Todos ellos hermosos, de una sensibilidad sobre las relaciones humanas increíbles. Fue precisamente en "Kokoro" donde encontré una anécdota sobre su autor que condensaba otro aspecto que yo intuía sobre esta cultura a través de todas las cosas que ya había conocido.

"Cuando estaba en Inglaterra, una vez se rieron de mí porque invité a alguien a contemplar cómo caía la nieve". "Una vez me invitaron a quedarme en una mansión de Escocia. Mientras paseaba con mi anfitrión por el jardín, observé la espesa capa de musgo que había en los senderos y comenté admirativamente cómo esos senderos habían adquirido una hermosa pátina de tiempo. Entonces mi anfitrión replicó que muy pronto iba a pedirle al jardinero que limpiara los senderos y arrancara todo ese musgo" (1)

Untitled
Detalle de los trozos de bambú que hacían las veces de cercos en los jardines de los templos de Kyoto. Musgos y líquenes reinaban en los jardines japoneses, otro tema que daría para una entrada.

En sus palabras destaca esa sensibilidad hacia las pequeñas cosas, los detalles que a priori pasan más desapercibidos o no son captados con la misma intensidad en otras culturas. ¿O quizás se trate de algo propio de personas sensibles más allá de su nacionalidad?   

Tras todo este largo preludio y volviendo al origen de esta entrada, en mi viaje al país nipón observé lo limpias que estaban las calles, sobre todo en Tokio, una ciudad caótica, abarrotada de gente, llena de contraste entre su occidentalización, su desarrollo tecnológico llevado al extremo y la tradición. Pero dentro de todo ese caos aparente había pequeños detalles que te permitían detenerte a observar que algunas cosas parecían no haber cambiado tanto con los años. 

Untitled
Hojas caídas en una calle de Tokio.

Debido al jet lag de los primeros días, podíamos madrugar y caminar por unas calles de Tokio casi desiertas pues todo el movimiento se desarrollaba bajo tierra, en el metro. Era invierno, aún caían hojas de los árboles, y vimos personas que las recogían con escobas o escobillas realizadas con ramas. Nada de máquinas que consumieran electricidad y metieran ruido. Ignoro si siempre es así pero verlos diligentemente trabajar de esta forma ancestral captó mi atención. 

Untitled Untitled

En un contexto algo diferente pero con la misma metodología los jardineros de los templos de Kyoto recogían las hojas y las ramas. Ya fuera en las zonas más boscosas para no levantar las espesas capas de musgo o en sus famosos "jardines secos" intentando no modificar su diseño. Poder caminar y observar estos bellos espacios sin que ningún ruido extraño a la naturaleza enturbiara su percepción fue de los momentos más especiales del viaje. Aunque allí estuvieran los jardineros barriendo, apenas sentías su presencia. Además de la poética de que rama se recoge con otra rama. Una forma antigua e inteligente de reutilizar los recursos naturales pero que choca con el ahorro en mano de obra y de tiempo, requisitos que imperan en la sociedad actual. Sin embargo hay situaciones en las que no encuentro mejor manera de hacerlo.

UntitledUntitled
-----------
(1) Esta cita aparece originalmente en el libro "Natsume Soseki as a critic of Inglish Literature", Tokio, Center of East Asian Cultural Studies, 1975, pág 34. Ilustra el rechazo hacia ciertos aspectos de Inglaterra que tuvo el escritor Natsume Soseki tras su viaje en 1900, cuando Japón empezaba a abrirse a Occidente.
-----------
En esta entrada también hablé un poco sobre aquel viaje.

martes, 14 de octubre de 2014

Emigrar para trabajar de arquitecto.

El pasado mes de Abril estuve visitando a dos amigos de la carrera que meses atrás habían emigrado a Londres para trabajar como arquitectos. Uno de ellos concretamente ya llevaba un par de años en Alemania por el mismo motivo. No son los únicos amigos o conocidos que tengo en una situación parecida pero sí es la que mejor conozco. Y es algo bastante habitual en los últimos años debido a la crisis que está pasando el sector en nuestro país.

Al revelar hace poco algunas fotografías de aquel viaje me he animado a hablar sobre el tema de la emigración laboral. Es complicado generalizar pues cada caso tiene sus peculiaridades pero intentaré sintetizar los aspectos que considero fundamentales a la hora de valorar esta opción, así como plantear ciertas dudas o cuestiones que me asaltan al conocer algunos casos desde cerca.


Concretamente hablaré de un perfil determinado de arquitecto, el del recién licenciado con escasa experiencia laboral. Y acotando más, la salida laboral sobre la que me referiré básicamente es la "tradicional", la de formar parte de un estudio de arquitectura en el que eres un empleado bajo las órdenes de alguien. Todo enmarcado en la ciudad de Londres aunque puede ser extrapolable a ciudades de características urbanas y culturales parecidas.

Empezaré con las diferentes opciones de partida que pueden darse antes de llegar a conseguir el objetivo anteriormente descrito, sin ser este el "ideal" pero quizás sí el más realista en estos tiempos para un extranjero español. Las resumiré en 3 posibles:

1 - LLegar al país con un contrato como arquitecto. Esta es a priori la ideal pero quizás la más remota. Con suerte, el sueldo será el suficiente para poder vivir. En la mayoría de los casos que conozco, el contrato es de autónomo aunque si trabajas para una gran firma, puede que este sea como trabajador por cuenta ajena (junior architect). En esta opción podría incluirse la de llegar con otro tipo de trabajo que te permita sobrevivir mientras se consigue uno de arquitecto.

Normalmente se da por hecho que antes de obtener un contrato más fijo en algún estudio, previamente has debido pasar varios meses de "prueba" para conocer las peculiaridades del sector en ese país. Ahora por norma general esos meses suelen hacerse sin cobrar absolutamente nada o sino, cubierto parcialmente gracias a la obtención de una beca. Este requisito previo socialmente aceptado es cuestionable ya que cualquiera dispone de capacidad suficiente para saber asumir esos retos sin dejar de cobrar por ello. Otra cosa diferente es que te hagan un primer contrato de corta duración para comprobar tus capacidades con una remuneración acorde a tus competencias. Me pregunto si esto ocurrirá en otras profesiones.

2 - Conseguir una beca (la mayoría para menores de 30 años) para trabajar durante unos meses en un estudio previo acuerdo entre las partes implicadas. Esta opción presenta varios inconvenientes siendo el principal el monetario, pues las becas no suelen cubrir los gastos mínimos (alquiler de habitación, comida y transporte) por lo que es conveniente tener dinero ahorrado (complicado cuando hay poco trabajado de cualquier cosa en España y eres joven) o contar con otro tipo de subvención (familiar generalmente). Todos estos inconvenientes minimizan las posibilidades de poder emigrar a pesar de que llegues a conseguir una beca. Otra alternativa es alternar el trabajo en el estudio con otro para poder ganar lo suficiente. Con esta última opción se disminuyen tus posibilidades de disponer de tiempo libre incluso para descansar. 

Conozco el caso de quien trabaja entre semana ocho horas como arquitecto y los fines de semana de otra cosa (camarero o similar categoría). Esta situación dependerá fundamentalmente del grado de compromiso que uno esté dispuesto a tener con un estudio que no paga nada por tu trabajo, las condiciones que el estudio te imponga o esté dispuesto a aceptar, y las facilidades que haya de encontrar otro trabajo a tiempo parcial que te aporte esos ingresos extras necesarios para el nivel de gastos que puedas o quieras asumir. 

Las becas tienen una fecha de caducidad por lo que hay que contar con ese grado de incertidumbre y tener la previsión de buscar con antelación otro trabajo para intentar empalmar una cosa con otra. Y la parte perversa de esta opción es que se sigue con la dinámica de aportar mano de obra "gratis" a los estudios de arquitectura, muchos de ellos nutridos casi exclusivamente por trabajadores de estas características que van rotando constantemente. Lo que genera competencia desleal además de devaluar el propio puesto de trabajo.

En este sentido me pregunto si no sería más interesante, o compatible al menos, el ofrecer becas similares a estudios españoles ya que estamos en un mercado cada vez más globalizado y al menos se invierte en la economía nacional. Así además se podría tener la opción de seguir en tu país e incluso de reducir gastos.

3 - LLegar sin ningún tipo de trabajo ni beca. En este caso no queda otra que vivir de los ahorros (o subvenciones particulares) mientras se consigue algún tipo de contrato, de arquitecto o en un trabajo "puente". Hay quien opta por esta opción combinándola con cursos de inglés o incluso de arquitectura. Porque hay que señalar la importancia de tener un buen nivel del idioma para poder conseguir trabajo en un estudio.


Una vez analizado este primer y fundamental aspecto, queda comentar lo que implica vivir en una ciudad como Londres. Sobre el coste de la vida, los proyectos personales, los aspectos psicológicos y demás cosas que han de valorarse previamente. Pero lo dejaremos para una siguiente entrada.

martes, 7 de octubre de 2014

Sarean. Últimas imágenes.

Con varios meses de retraso por fin he colgado en mi flickr las fotografías que realicé de la instalación Sarean - En la red. En esta entrada os muestro solamente algunas pero podéis ver el resto avanzando con las flechas o aquí. Ha sido bonito recordar aquella experiencia.

martes, 16 de septiembre de 2014

Woods en Biarritz.

El miércoles pasado actuó en Biarritz el grupo norteamericano Woods para inaugurar la nueva temporada musical de la sala local L'Atabal. Se trató de un concierto gratuito al aire libre en los jardines anexos a la ciudad del océano y del surf. Un museo proyectado por los arquitectos Steven Holl y Solange Fabião de cuya cubierta ondulada emergen dos pequeños prismas de vidrio traslúcido cuales rocas en medio del mar. Estábamos en un entorno privilegiado, con vistas al Cantábrico y a las montañas verdes. Con un sol de justicia en las horas previas al concierto, de un verano que este año se ha hecho esperar en el norte. 

Hasta después del atardecer no hicieron acto de presencia Jeremy Earl y Jarvis Tavernier (núcleo de esta cambiante banda) junto a los últimos incorporados a la batería y al bajo. Suficiente formación para dar cuerpo a un sólido directo basado en sus dos últimos discos publicados. Tanto "Bend beyond" (2012) como "Whith light and with love" (2014) han supuesto un salto cualitativo en su discografía en cuanto a sonido, con una producción más depurada donde las canciones ganan cuerpo, como si una gran banda de rock se hubiera unido a ellos para quedarse por un tiempo. Por ello, todo presagiaba que aquella cita podría ser la confirmación de una formación consolidada en estado de gracia. Y afortunadamente las predicciones se cumplieron.

El concierto empezó luminoso y sosegado, dibujándose una sonrisa en nuestras caras con "Leaves like grass", "Cali in a cup" y "Shining". Cual surfero que disfruta sentado en su tabla a que llegue una gran serie, nos dejamos llevar por los suaves punteos de guitarra de las preciosas melodías que nos transportaron a la costa oeste norteamericana. Cada instrumento sonaba perfecto y especialmente la línea de bajo podía brillar junto a los demás.

El directo fue ganando en intensidad y con los abigarrados temas "Ben beyond" y "Size meets the sound" el grupo nos llevó imnotizados sobre una gran ola de psicodelia folk-rock. Volvimos a tomar aire con "Is it honest?" y "it aint easy", para encarar la última serie con la electrizante "With light and with love" de la que poco a poco fueron bajando con "Shepherd", "Moving to the left" y una bonita versión de Pink Floyd, "Green is the colour" (parecida a esta), que supieron a mucho pero que nos dejaron con ganas de más.

De pocas palabras y discretos gestos entre ellos, quizás faltó cierta conexión con un público agradecido. Y mayor confianza y garra en Jeremy Earl al cantar, como si aún no se sintiera cómodo con su peculiar tono de voz. Pero la profesionalidad fue indudable y debido a su cada vez mayor proyección, podemos imaginar que probablemente sea difícil volver a verlos en un entorno como este, tan cercano y singular.

Como recuerdo he montado un vídeo collage con diferentes momentos del concierto a partir de la versión en directo del tema "Size meets the sound". Comienza con imágenes de la playa y del museo, y como broche, una anécdota de la prueba de sonido previa. No se me ocurre mejor manera para celebrar los seis años de vida que ayer cumplió este humilde blog :-).